La flota pesquera asturiana disminuyó en los dos últimos años, así como el número de tripulantes, el arqueo y la potencia, de forma que, en conjunto, la reducción de unidades no parece que se haya debido al desguace de unos barcos para construir otros mayores y más potentes. Asturias contaba a finales de 2003 con 443 embarcaciones censadas y ahora tiene 423.No obstante, la estadística demuestra que no todos los puertos han evolucionado de la misma manera.
Siete perdieron barcos, otros tantos, los ganaron, y cinco mantienen los mismos que tenían, al menos en número de unidades.El puerto que más flota pesquera perdió fue el de San Juan de la Arena, con once barcos, seguido por Avilés y Puerto de Vega, seis cada uno. Por el contrario, crecieron las flotas de Luanco, nada menos que en cinco unidades; Tapia, con tres barcos más, y Llanes, con dos. Bañugues, Candás, Figueras y Ribadesella también aumentaron el número de barcos, pero sólo en una unidad.Desguazar barcos con derechos de pesca para construir otros más grandes y potentes ha sido en los últimos tiempos política habitual, al menos en otras comunidades autónomas, ya que está prohibido por la Unión Europea incrementar el esfuerzo pesquero y, por lo tanto, lo que un barco aumente tiene que ser a costa de otro u otros.
En el caso de Asturias, los factores arqueo y potencia también han evolucionado a la baja. En el caso del arqueo, la flota asturiana tenía a finales de 2003 un total de 10.818,23 GT, mientras que actualmente no pasa de 9.774,84 GT, es decir, 1.043,39 menos.
Arqueo y potencia
Por puertos, el que más arqueo pierde es el de Avilés, cosa normal ya que es el que tiene la flota de mayor porte, seguido de Puerto de Vega, Viavélez y Lastres. Tapia y Oviñana, sin embargo, fueron los puertos que más arqueo ganaron, aunque sólo 10,5 y 9,02 GT, respectivamente.Arqueo y potencia están muy relacionados en el caso de la flota pesquera.
Así, no es de extrañar que sean también Avilés y Puerto de Vega las localidades que perdieron más caballos en sus barcos.El caso de los tripulantes tiene una significación singular no sólo por el efecto en el empleo, sino también por la importancia que tiene el sector pesquero en algunas villas litorales.
Quiere decirse, y así lo ha expresado alguna vez la Federación Provincial de Cofradías de Pescadores, que se nota más la merma de 27 pescadores en Puerto de Vega, por ejemplo, o de 23 en San Juan de La Arena, que de 58 en una población como la de Avilés, la tercera de Asturias en número de habitantes.En total, la flota asturiana estaba tripulada hace dos años por 1.651 pescadores y ahora son 120 menos, es decir, 1.531.
Los puertos que han ganado en empleo directo son, fundamentalmente, Luanco (quince) y Tapia de Casariego (nueve), es decir, también los que mayor número de barcos han incorporado.
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