El secretario General de Pesca asegura que las detenciones de dos barcos españoles en Noruega no se ajustan a derecho
España y Noruega están enfrentadas desde hace pocas horas por el apresamiento de dos barcos españoles, de Vigo, que pescaban fletán negro en cantidades al parecer prohibidas. Los dos gobiernos coinciden en que la actividad de los pesqueros era ilegal, pero España exige a Noruega que libere a los barcos, ya que no tiene potestad para retenerlos. Todo ha ocurrido en un archipiélago conflictivo, en pleno Ártico, a cientos de kilómetros de las costas noruegas.
Las autoridades costeras de Noruega llevaban días siguiendo la pista de dos buques pesqueros españoles, el monte Meixuiro y el Garoya Segundo. Ambos se encontraban frente a las costas del archipiélago de Svarbard.
Allí han sido apresados por las autoridades noruegas. Les acusan de haber pescado más de 100 toneladas de fletán negro, en las 200 millas náuticas que rodean las islas. Algo completamente prohibido ya que se trata de una especie protegida.
Los armadores de ambos barcos y las autoridades españolas han reconocido que se pescaron más fletán negro del permitido. Nos lo confirmaba esta misma madrugada el secretario general de pesca, Juan Carlos Martín Fragueiro. De hecho, al ser descubierto el pasado viernes, el Monte Meixuerio arrojó parte del fletán al agua.
Ambos gobiernos están de acuerdo en que los buques han cometido una ilegalidad en las cantidades. Pero las autoridades españolas se han quejado a las noruegas por apresar y retener a los buques. Dicen que el Tratado de París no se lo permite.
Ese Tratado establece que cualquier país puede denunciar una práctica ilegal pero no otorga potestad para apresar buques, inspeccionarlos, ni multarlos.
El problema es que Noruega se niega a reconocer el tratado de París porque niega al país nórdico jurisdicción sobre esas aguas. Ellos prefieren ampararse en la Convención de Naciones Unidas de 1982. SancionesA partir de este momento empieza a actuar la diplomacia. Para hoy están previstas varias gestiones. En primer lugar, un inspector español se ha trasladado a Noruega para asistir al desembarco de todas las capturas. Tendrá que estar presente como observador en los dos puntos donde se encuentran los barcos. El Monte Meixueiro está en el puerto de Tromso, en Noruega y el Garoya II está en un puerto de las Islas Svalvard. El embajador español en Oslo se reunirá también con el gobierno noruego a quien se le darán garantías de que si entregan los barcos a las autoridades españolas se les impondrán las sanciones correspondientes, es decir, multas que podrían superar los 300.000 euros y la retirada de la autorización para pescar.
:: Fuente: Informativos.Telecinco.com ::
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